Que tan felices somos?

En este mundo hay gente que dice no ser feliz, que sin dinero no se justifica vivir, pero también los hay que disfrutan y viven felices con lo poco que tienen o consiguen, Dios se encarga de eso, todos tenemos días en los que no queremos ni levantarnos, por diferentes cosas; dinero, deudas, discusiones, situaciones de trabajo, parciales que detesto presentar, una compañera de trabajo o estudio a la que "me toca hablarle o tratar", etc. El concepto de felicidad es muy amplio, para mi ser feliz es tener armonía en en el hogar en que vives, respetar nuestro Dios, dar gracias diariamente por todo lo que tienes, ser feliz es poder salir y caminar tranquilamente y disfrutar de la lluvia, el sol, contemplar la naturaleza, sentarse en un parque y entablar conversación con un abuelo y escuchar sus historias cargadas de enseñanzas y experiencias. Ser feliz es acompañar a tu hijo a verlo jugar y enfrentarse a sus adversarios defendiendo una ilusión y una esperanza, es verlo crecer y convertirse en un jovencito o jovencita y notar que me refleja cuando tenía esa edad; la felicidad no es sólo reírse y estar contento, la risa es un efecto de la felicidad. Ser feliz es comunicarte diariamente con tus padres, saber como están, escuchar sus consejos, ir a recibir un abrazo caluroso, lleno de amor, un abrazo cargado de energías positivas, ser feliz es encontrarte con tu familia y escuchar las vivencias diarias, ser feliz es ver como crecen tus sobrinos, como el chiquitín ya dice " mami po", como ver que otro sobrino ya entabla comunicación contigo.

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Por todo esto considero que la felicidad es un concepto amplio que abarca mucho mas que un estado de ánimo. Ser feliz es mas que tener un trabajo, es mantenerte ocupado realizando actividades que te permitan desarrollar tus habilidades, en especial actividades que te permitan ayudar a tu prójimo y estar cerca de personas que dependan de tu mano como un ancianato o un hospital. La felicidad no la hace el dinero, este es un instrumento para satisfacer necesidades, no debemos olvidar que el dinero despierta pasiones insospechadas, el dinero convierte personalidades tranquilas y amables en despiadadas y sin afecto por los demás. Sin dinero se puede vivir, pareciera una falacia pero he conocido personas que nunca han tenido ni una moneda pero comen, viven y duermen diariamente con las limitantes de sus capacidades, es Dios en su sabiduría que permite su existencia. Ser feliz es regresar a casa y recibir un abrazo de tu esposa y tus hijos, escuchar el "cómo te fue", agradecer esa compañía incondicional por tantos momentos y por nuestros hijos, que son el regalo mas maravilloso que nuestro Dios nos ha permitido tener por un tiempo, pienso que la felicidad se va escalando paso a paso en la vida y cuando llegamos a ancianos es el momento en que podré decir con profunda certeza he sido feliz.